
Sembrar Esperanza es un programa educativo que tiene como objetivo fortalecer el carácter de los niños y adolescentes, medio fundamental para realizarse como personas y para vivir la libertad con responsabilidad

TALLERES PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES
Edades entre 10 a 18 años.
Se imparten más de 20 sesiones adecuadas a la edad durante las horas de clase. Promueven el conocimiento propio, el respeto, el optimismo y el autocontrol para vivir la libertad con responsabilidad.

TALLERES PARA DOCENTES
El propósito es reforzar el rol docente y capacitar a los educadores para que, conociendo la filosofía, la metodología y los contenidos, puedan animar a los alumnos en la misma dirección de la misión del programa.

TALLERES PARA LA FAMILIA
Están concebidos para informar y actualizar a la familia en los temas, herramientas y métodos más adecuados en la tarea educativa que les compete. Pueden ser simultáneos o independientes al curso con los alumnos, y se ofrecen temas en concordancia con los contenidos que se van impartiendo a los hijos.
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Aumentar el aprecio por la singularidad y el valor de cada persona, reconociendo que una mayor autoestima capacita para amar y comprometerse por un fin bueno.
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Valorar el esfuerzo por proteger la integridad y la salud, mediante la responsabilidad y el autodominio.
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Inculcar el respeto a sí mismos y a los demás, basado en el aprecio de lo que son como personas.
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Ayudar a los alumnos a concretar metas para desarrollar su carácter y apreciar los beneficios de la lucha por conseguirlos

¿POR QUÉ IMPLEMENTARLO?
Sembrar Esperanza despierta interés porque llega a la inteligencia y al corazón. Los contenidos ofrecen la información adecuada para cada edad y suscita las actitudes correspondientes. Tiene en cuenta las circunstancias y el ambiente en los que se desenvuelven los niños y adolescentes de hoy para que cada sesión les resulte aplicable de inmediato.
Los resultados
Hasta ahora observamos los siguientes resultados
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Una mayor cohesión familiar. Se reporta un incremento en la comunicación entre padres e hijos.
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Mayor habilidad para construir y cultivar mejores y más profundas amistades. Esto se logra a través del respeto mutuo y la autodisciplina.
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Mayor capacidad para concretar metas que desarrollan su carácter y un mayor aprecio por los beneficios derivados de la lucha por conseguirlos.
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Mejora el manejo de las presiones sociales y de grupo. Aprenden a reconocerlas y enfrentarlas.
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Eleva la autoestima, mejora el conocimiento propio y la habilidad para tomar decisiones. Enseña a los estudiantes a salir adelante con confianza en ellos mismos.